Recomendaciones nutricionales

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La Organización Mundial de la Salud ha determinado unas recomendaciones nutricionales acerca de la cantidad que se absorve de colesterol. Estas directrices son clave para reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares.

En varios estudios epidemiológicos se ha demostrado la relación existente entre la cantidad absorbida de colesterol y ácidos grasos procedentes de la alimentación y el riesgo de enfermedad cardiovascular 2,15.

Por ese motivo, en las recomendaciones actuales para el tratamiento de la hipercolesterolemia es relevante el tratamiento dietético. Se debe favorecer la reducción de la ingesta de ácidos grasos saturados (AGS) y de colesterol cuando las concentraciones de c-LDL sean mayores de 160 mg/dl (en la población general) o de 130 mg/dl (en personas que tengan más de dos factores de riesgo o como prevención secundaria). Después de 3 meses de tratamiento dietético, si persisten las concentraciones altas de c-LDL, es necesario añadir medicamentos hipocolesterolemiantes.

La Organización Mundial de la Salud sostiene las siguientes recomendaciones14: (Ver en tabla 1)

Alimentos protectores

Se han demostrado los efectos protectores frente a las enfermedades cardiovasculares y la diabetes 16-18 de los cereales integrales (sin refinar, es decir, que contienen toda la fibra, los minerales y las vitaminas). Además, algunos datos demuestran los efectos beneficiosos de la dieta rica en fruta y verdura 19-22, que proporciona vitamina C, carotenoides, polifenoles, vitamina B9, potasio, esteroles vegetales y fibras alimentarias, y frutos secos oleaginosos ricos en esteroles vegetales, ácido α–linolénico, vitamina E y minerales.

Teniendo en cuenta estas recomendaciones, podemos establecer una tabla-semáforo de alimentos para ayudar a los pacientes a hacer mejores elecciones y seguir una alimentación cardiosaludable (Ver tabla 2: dietas).