La lactosa y tu cuerpo
La lactosa es un azúcar natural que está presente en la leche de los mamíferos (de vaca, de cabra, de oveja, humana) y también puede encontrarse en muchos alimentos preparados. Para digerirla, el cuerpo necesita de unas enzimas llamadas lactasas. Estas enzimas se producen en la mucosa del intestino delgado y son las encargadas de transformar la lactosa (disacárido) en dos monosacáridos (glucosa y galactosa).
Si los niveles de lactasa que produce nuestro cuerpo son bajos, aparecen dificultades para digerir la lactosa y se produce lo que conocemos como mala absorción o intolerancia a la lactosa.
La lactosa y el yogur
El yogur puede ser una excelente alternativa para ayudar a cubrir las necesidades de calcio en personas con intolerancia leve o moderada a la lactosa ya que:
– Tiene menos lactosa.
– Los cultivos del yogur mejoran la digestión de la lactosa del producto en las personas con problemas para digerir la lactosa.
El calcio ayuda al normal funcionamiento de las enzimas digestivas.
La intolerancia a la lactosa
La intolerancia a la lactosa se puede presentar en el momento del nacimiento, desarrollarse en la infancia o más tarde en la etapa adulta.
Los síntomas aparecen frecuentemente después de la ingesta de productos que contienen lactosa y suelen ser de carácter gastrointestinal.
Aproximadamente un 34% de los españoles pueden padecer estas molestas sensaciones por déficit de lactasa.
Para paliar esta mala absorción, una de las soluciones más habituales es la restricción de la lactosa de la dieta, especialmente la que proviene de la ingesta de los productos lácteos. Sin embargo, los lácteos son fuente de calcio en la dieta y este calcio es de buena disponibilidad para nuestro cuerpo. Por eso, dependiendo de la dieta, su total exclusión puede causar un déficit de ingesta de calcio.
Además, los cultivos vivos del yogur mejoran la digestión de la lactosa del producto (yogur). Este aspecto es importante que lo tengan en cuenta las personas con problemas para digerir la lactosa.
El calcio y tu cuerpo.
El 99% del calcio se encuentra depositado en los huesos y es el principal mineral presente en nuestro cuerpo. Su ingesta es especialmente relevante en la etapa de crecimiento que es cuando desarrollamos nuestros huesos, y también en la madurez ya que con la edad nuestros huesos necesitan más calcio.
La principal fuente de calcio en nuestra dieta son los lácteos. Se recomienda entre 2 y 4 raciones de lácteos al día, según la franja de edad: 2-3 en adultos y escolares, 2-4 en personas mayores y 3-4 en adolescentes, mujeres en embarazo, lactancia o menopausia.
Se estima que en la población española, entre el 20 y el 40% de niños, un porcentaje superior de adolescentes y entre el 30 y el 45% de adultos, deberían ingerir más calcio, ya que no llegan a las cantidades recomendadas.
El calcio es necesario para el mantenimiento de los huesos en condiciones normales.
Las proteínas y el cuerpo.
El cuerpo humano está compuesto por un 60% de agua, un 18% de proteínas, un 6% de minerales y aproximadamente un 16% de grasa. Esto significa que la proteína es el segundo nutriente más importante de nuestro cuerpo, después del agua.
Las proteínas tienen en nuestro cuerpo una función clave y participan en el desarrollo y mantenimiento de los músculos. A diferencia de los carbohidratos y los lípidos, las proteínas no se transforman en grasa. En lugar de eso, se utilizan y luego se eliminan de nuestro cuerpo.
Las proteínas del yogur y los productos lácteos son de alta calidad porque contienen los 9 aminoácidos esenciales.
Las proteínas del yogur.
El yogur es fuente de proteína. Además, es fuente de calcio que, junto con la vitamina D, son los principales contribuyentes al mantenimiento de los huesos en condiciones normales y, además, también contribuyen para el normal desarrollo y crecimiento de los huesos en los niños.
Dado que el yogur se presenta en una variedad de gustos y texturas, mucha gente lo considera una manera agradable de ayudar a incorporar todos los días una parte de la cantidad de proteína recomendada.
«Las proteínas contribuyen a conservar y aumentar la masa muscular». «La vitamina D contribuye a la absorción y utilización normal del calcio». «El calcio es necesario para el mantenimiento de los huesos en condiciones normales». «El calcio es necesario para el crecimiento y el desarrollo normales de los huesos de los niños».
Un snack saludable para empezar el día
Los snacks y tu cuerpo
Entre comidas… ¡Un yogur DANONE! Se recomienda comer cinco veces al día para contribuir a una alimentación equilibrada y saludable. Para la media mañana y la merienda, el yogur es una buena opción, ya que aporta nutrientes esenciales para nuestro organismo como las proteínas y las vitaminas, además ser una fuente de calcio. El calcio es necesario para el mantenimiento de los huesos.
El yogur, un snack perfecto
El yogur aporta un elevado contenido de nutrientes (fuente de proteínas, fuente de calcio) con muy pocas calorías. Esto hace que sea un alimento idóneo para tomarlo entre horas como alternativa a snacks salados o dulces, que por lo general nos aportan pocos nutrientes y muchas calorías que proceden de un alto contenido en grasas y/o azúcares. El yogur es una fuente de calcio y proteínas.
El sabor del yogur
El yogur es una solución excelente para cumplir con las raciones de lácteos recomendadas ya que la variedad de sus presentaciones, la riqueza de sabores, la amplia gama de cremosidades y la diversidad de texturas le permiten satisfacer los gustos de los consumidores de todas las edades y corresponder a los deseos de los más exigentes.
El calcio es necesario para el mantenimiento de los huesos en condiciones normales.
Beneficios para la salud
El yogur y sus beneficios
El yogur era conocido hace más de 4.000 años. Nació en Tracia (hoy territorio correspondiente a Bulgaria) y posteriormente se introdujo en Turquía y toda la península balcánica.
El yogur se extendió lentamente hacia el Este, cruzando Asia Central y el Sudeste Asiático. En Europa quedó recluido en su parte oriental, hasta que el biólogo ruso Ilya Ilych Mechnikov, a principios de 1900, expuso con gran notoriedad su sorprendente teoría: «que la alta esperanza de vida de los campesinos búlgaros, se debía especialmente a la gran cantidad de yogur que consumían».
Los estudios realizados por el propio Mechnikov y otros científicos, su difusión y la labor para popularizar los beneficios saludables de su consumo, consiguieron convencer a toda Europa de las excelencias de un producto que sólo se vendía en farmacias desde casi principios hasta la mitad del siglo XX.