La vitamina D es una vitamina liposoluble (soluble en grasa), que desempeña múltiples funciones en nuestro organismo como la absorción del calcio que ayuda al mantenimiento de los huesos.
A partir de los 50 años cada vez vamos perdiendo más calcio bajándolo cual puede hacer quela densidad ósea disminuya. La baja densidad de mineral óseo es un factor de riesgo de fracturas por osteoporosis. Para obtener Vitamina D es recomendable una exposición al sol, alrededor de 15 minutos, unas tres veces a la semana. Además, a través de la alimentación también podemos incorporar vitamina D.
Veamos, entonces, en qué alimentos podemos encontrar esta vitamina tan importante.
De forma natural, en algunos alimentos de origen animal. El que tiene mayor cantidad es el aceite de hígado de bacalao, le siguen los pescados azules (salmón, caballa, sardina o arenque), por su elevado contenido en grasa, pero también encontramos esta vitamina en el marisco (ostras, camarones o almejas), en la yema de huevo o en la leche y sus derivados (queso sobre todo).
Hay estudios que consideran que entre el 50% y el 70% de la sociedad europea actual, no consume suficiente Vitamina D. Además es muy importante la Vitamina D porque contribuye a la absorción y utilización normal del calcio.
Por este motivo, en el mercado encontramos alimentos que han sido enriquecidos en vitamina D: los cereales de desayuno, la margarina, el caco en polvo, las bebidas vegetales, algunos lácteos desnatados y algunos productos lácteos.